Edición de «Historia de taxi»

(Texto inspirado en un hecho real)

“♫Salieron de San Isidro, procedentes de Tijuna.

Traían la llanta del carro, repletas

De yerba mala…♫”

-No se como le puede gustar al Sr Fernandez esa canción, a demás de fea, ya esta muy pasada de moda – Pensó una mujer que estaba sentada en un cubículo de oficina.

Aquella mujer era de test morena de ojos grandes, bonita por decirlo asi, de unos 28 años, cabello rizado, de nombre Laura Hernández.

Era la hora de su salida 9:00 pm en el banco HSBC

Pensó – menos mal que ya es la hora de irse – tras checar su tarjeta con la hora de salida, fue a la esquina donde siempre esperaba el pesero de “la basílica” que la llevaba hacia su casa en Tlatelolco; desafortunadamente se le olvido una cosa ese día.

– ¡me lleva la chingada! – Pensó laura –se me olvido de que la ruta 50 hicieron huelga, jijos de la chingada. ¡¡Vale madres!! ¡no puede ser! ¿que voy hacer? – asi que al no quedarle de otra decide hacerle la parada a un taxi.

Le hiso la parada al primer taxi que paso. Era un Tsuru, con el clásico color verde de los taxis del DF. Laura se subió y le indico al conductor de que iba a Tlatelolco.

El conductor era un señor de unos 31 años, piel morena igual que Laura, ojos café claros, vestido de traje y corbata, algo muy raro y que le llamo la atención a Laura. Laura miro de reojo el gafete, y aunque no leyó todos los datos solo verifico que todo estuviera en orden.

El taxista puso en su estéreo una canción de Ricardo Arjona

“♫Eran las diez de la noche, piloteaba mi nave
Era mi taxi un volkswagen del año sesenta y ocho
Era un día de esos malos donde no hubo pasaje
Las lentejuelas de un traje…♫”

Eran como las nueve y cuarto, de repente el taxi se metió por calles un poco abandonadas de Tepito

– ¿oiga?- pregunto Laura- ¿no es mucha vuelta si nos vamos por aquí? –

– no se preocupe yo se por donde voy – le contesto mientras se seguía adentrando más hacia el barrio tepiteño

Al llegar a una calle muy sola, se freno de repente el taxi. Laura se preocupo. El taxista volteo hacia ella y le dijo – ¿sabes? te voy a violar – y este apago su Taxi

Todo había quedado oscuro, había un aroma fétido en el ambiente, ni un alma, solo habían algunos puestos que usaban los comerciantes durante el día. Nada se oía, veía o se percibía. Solo estaba aquel taxi solitario en la oscuridad, con aquella canción de Ricardo Arjona.

“♫…Me sonreia en el espejo y se sentaba de lado.
yo estaba idiotizado,
con el espejo empañado…♫”

Laura le miro a los ojos al taxista, se acercó a él y le dijo – ¿y para que violación? ¿No crees que es poco romántico? – decía Laura mientras se acercaba cada vez más al taxista, al estar lo suficientemente cerca le dio un beso en la boca e introdujo su lengua hasta la garganta del Taxista.

El taxista sorprendido empezó a sudar frio. Laura acariciaba lentamente la ingle mientras le decía – mira papi ¿cómo vez si mejor compramos una botella y vamos a un hotel?… y no te preocupes yo pago – el taxista quedo en shock – Si vamos a hacerlo hay que pasarla bien ¿no te parece mejor? –

El taxista se mantenía en shock hasta que reacciono y le contesto:

-… ¡pinche vieja puta! ¡¡Bájate ahora mismo, chingada ofrecida!!-

Laura se bajó lentamente y sonriéndole sin quitarle la mirada de encima al pobre taxista que estaba en pánico

Una vez Laura fuera el taxi salió del lugar a toda velocidad.

Laura camino perdiéndose entre los callejones y la canción de Arjona permanecía en el ambiente

“♫…¿que es lo que hace un taxista seduciendo a la vida?…♫”

by Goncen